Carolina Cruz, una de las presentadoras más queridas de Colombia, no solo cuida cada detalle en su vida pública, sino también en su intimidad. Su hogar en Bogotá es testimonio de ello. En un recorrido por los ambientes de su casa, se percibe una búsqueda de equilibrio entre diseño moderno, calidez familiar y un profundo respeto por las energías que habitan los espacios.
La casa de Carolina Cruz: un espacio que respira energía
Fiel seguidora del feng shui, Carolina ha dispuesto cada elemento de su hogar con un propósito claro. En la sala, destacan esculturas simbólicas, un jarrón con flores exóticas y figuras de madera que evocan protección, amor y prosperidad. Un gran sofá de fibras naturales y cojines neutros enmarca el corazón del living, que parece diseñado para el descanso, la conversación y la conexión.
A los pies de la mesa ratona, dos grandes almohadones tapizados en piel sintética invitan a relajarse sin protocolos. Cada objeto tiene una razón de ser: desde los libros sobre espiritualidad hasta las velas dispuestas en pareja, símbolo de unión y armonía.
El comedor, con una gran mesa de madera sólida rodeada de sillas geométricas con tapizado color terracota, ocupa un lugar protagónico. Este ambiente, bañado por la luz natural que entra por amplios ventanales, fue pensado para compartir. Como buena anfitriona, Carolina eligió un mobiliario que combina comodidad, estilo y energía positiva.
A pocos pasos, la cocina abierta sigue el mismo concepto cálido y sofisticado. Con acabados en madera rojiza, superficies oscuras y detalles de acero, el espacio se completa con una barra desayunadora y dos modernas banquetas metálicas. Aunque ella misma confesó no ser muy amiga de cocinar, el espacio está equipado para recibir visitas y preparar momentos especiales.
Más allá del diseño, lo que emociona del hogar de Carolina Cruz es su intención: cada rincón está cargado de significado, pensado para cuidar no solo el cuerpo sino también el espíritu. En tiempos de rutinas agitadas, su casa en Bogotá es un refugio de paz donde la belleza no es solo estética, sino también emocional y energética.
F.A
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